sábado, 9 de enero de 2010

Día 1: Primer día de espera

Hoy sábado ha sido un día bastante relajado, en parte porque no podemos hacer nada hasta que nos den la documentación. Se supone que la agencia de logística Wouk ya tiene todo lo necesario y lo llevará el lunes por la mañana a primera hora a la Prefectura.

El día amaneció muy nublado y lluvioso, y siguió estando más nublado y más lluvioso a medida que pasaban las horas.



Por la mañana estuvimos trabajando un poco y tratando de arreglar la wifi del hotel, que tenía problemas. Aunque intermitentemente, funcionó.

Además de eso, la mañana fue... cómo diría... muy cultural. Me dediqué a recorrer algunos museos de la ciudad y algunas librerías para buscar material (mapas y libros) de la Antártida y de la zona.

En el Museo del Fin del Mundo se puede ver cómo era la cultura de los pueblos que vivían por toda esta zona hasta la llegada de los exploradores europeos. Lo curioso de todo esto es que esta época está perfectamente documentada dado que la fundación de la cuidad fue a finales del siglo XIX (en 1884 o así, creo recordar). Se pueden ver todo tipo de documentos, fotos de los indígenas al lado de los exploradores, ... También es curioso que ya no queda nada de esos indígenas originales ni de su cultura.

En el museo también se pueden ver las más de 150 especies de pájaros que viven por la zona y, en general, todos los animalillos que por aquí merodean.

Otra cosa curiosa de Ushuaia (no sé si de toda Argentina) es que no puedes ir a un restaurante a comer si tienes prisa. Sin llegar a ser como en Canarias, aquí se toman su tiempo para todo: para venir a ver lo que quieres, para traértelo,... para todo. Así, como mínimo te tiras 2 horas comiendo.

Por cierto, hoy me he enterado que Ushuaia significa "Bahía que penetra hacia el poniente" en la lengua del antiguo pueblo indígena que vivía aquí antes de la llegada de los europeos, los Yámana. Además, el nombre "Tierra de Fuego" viene precisamente de lo que esos exploradores europeos veían nada más entrar por la bahía: parece ser que los Yámanas se dedicaban a hacer fuegos por la costa de la bahía, por lo que lo que se veía desde los barcos era la tierra con constantes fuegos.

Después de comer, decidimos ir a un mini-glaciar que hay aquí cerca. Es realmente pequeñito, pero como el Perito Moreno queda muy lejos, nos tenemos que contentar con éste, no? Se llama Glaciar Martial.

Fuimos en dos "remises" (una especie de taxi que cobra por zonas, no por taxímetro) que nos metió una clavada monumental... bueno, la clavada sólo fue en uno de los dos: el que nos llevó a Víctor y a mi hasta el punto donde se cogía la tele-silla. Eso sí, nos llevó a unos sitios desde donde se veía una panorámica impresionante de la ciudad.

Vista de la bahía desde la subida al Glaciar Martial


Menos mal que no nos llovió MUCHO mientras hacíamos este primer tramo en aerosilla (como las llaman aquí)...

Víctor en la aerosilla


...empezar a llover bien, empezó cuando íbamos ya subiendo a pie hasta el mini-glaciar. No veas la cantidad de barro que había!! A Yolanda le costó un poco subir el último tramo, aunque luego se alegró de haberlo conseguido.

En el glaciar


Vista hacia abajo desde la lengua del glaciar


Como se nos hizo un poco tarde cuando descendíamos, cerraron el servicio de aerosillas y también tuvimos que bajar a pie ese tramo. Bueno, bajar es (casi) siempre más fácil.

En conclusión, la ropa que hemos comprado para la Antártida es muy buena como impermeable y también calentita. La que nos fue cayendo mientras subíamos!!!!! (no podía sacar la cámara). Esto nos ha servido para ir aclimatándonos a las condiciones que sufriremos en unos días.

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