viernes, 29 de enero de 2010

Día 21: Fin del viaje. Una experiencia inolvidable

Ufff... el Myolastan que me tomé anoche justo antes de ir a la cama ha funcionado bien. Además, eso de poder dormir en una cama, estirado... detalles de valor incalculable.

Nos levantamos tempranito, ansiosos por saber si hay algún cambio de planes. Por ahora todo sigue igual: parece que a eso de las 12 saldrá un vuelo de Punta Arenas (con turistas, claro) en el que nos podremos 'enganchar'.

Víctor y yo, junto a los científicos búlgaros que esta noche hemos dormido en tierra, estamos preparados y ansiosos por poder volver. A ver qué suerte corren los que se han quedado en el barco, puesto que parece ser que el mar ha estado (y está) muy embravecido, y el Hespérides no ha podido permanecer fondeado frente a las costas y se ha tenido que ir a 'dar una vuelta' (más tarde nos enteramos de que ha ido a la península Antártica durante la noche -pero no desembarcaron-).

Aunque el barco ya está de vuelta, el estado de la mar hace que sea difícil el desembarco del personal que todavía está en el Hespérides. Incluso se plantea la opción de que no pueden hacerlo y pierdan el vuelo.




Fuerte oleaje y viento que impedían el desembarco de los que todavía estaban en el Hespérides


Pues nos vamos a desayunar; no hay otra cosa mejor que hacer.

Tras el desayuno, Víctor decide que se va al 'hotel' a trabajar un poco, mientras que yo prefiero dar una vuelta por esa isla tan internacional y conocer las bases y rincones que allí hay. A pesar del solecito agradable que hay, hace frío y mucho viento; hay que abrigarse bien.

Los científicos búlgaros deciden hacer lo mismo así que me uno a ellos y vamos a dar una vuelta por la playa.







Algunas imágenes del paseo para el recuerdo


Como los búlgaros ya han estado en la base rusa, me separo de ellos para hacer una visita a estas instalaciones y a la iglesia ortodoxa que han construido sobre la colina.

Base rusa Bellinghause


Iglesia ortodoxa


Ya he mencionado con anterioridad lo que creo que es lo más valioso y excepcional que he encontrado en todo el viaje: la gente y su cordialidad. La base rusa es un ejemplo extraordinario de esto.

Me presento allí sin conocer a nadie y me encuentro con el jefe de la base. Lógicamente, me presento:

- "Hola, soy un científico español que estoy aquí, en la hospedería, a la espera que poder volver a Chile en algún vuelo... (sonrisa cómplice-maliciosa) ".

- "Ya, ya... conozco bien la historia. Pasa, pasa. Quieres un café o algo?"
-me dice él-.

Esas fueron las primeras palabras que intercambiamos. Como digo, la cordialidad y el acogimiento fueron más que notables desde el primer minuto. Al final, me tuve que tomar un café y pastas para no hacerles el desaire.

Lo que inicialmente iba a ser una visita breve se tornó en más de una hora y media de conversación con ellos. También me encontré allí con un par de científicos españoles que estaban con el programa ruso: Carmen y Adolfo, quienes investigan la evolución de los glaciares.

Una de las cosas que más me llamó la atención fue el taller de electrónica que tenían justo al lado de salas con los sistemas más modernos y sofisticados.

Tenía que hacerle una foto: tecnología rusa de la que no falla


Según me contaron, cuando falla algo eléctrico-electrónico en algunas de las bases vecinas, siempre llaman a los ingenieros rusos ;-)

Carmen y Adolfo


Tras poner los tradicionales sellos de la base en el pasaporte, me despido de ellos y me dirijo a la Iglesia Ortodoxa. Insisten en que debo ir a visitarla. Está hecha toda de madera y sin ningún clavo!! Todo son piezas de maderas que engarzan una con la otra como si fuera un puzzle



Iglesia Ortodoxa


Verdaderamente curioso.

De vuelta, me voy a buscar a Víctor para ir a comer y obligarle un poco a salir de allí. Las cosas curiosas que hay en la isla puede que no tengamos oportunidad de verlas de nuevo.

Llega el avión; se confirma que en este vuelo sí salimos. Afortunadamente, el viento amaina un poco y eso permite que los científicos que están en el Hespérides empiecen a desembarcar.

Después de comer algo Víctor y yo nos vamos a dar una vuelta por las 2 bases chilenas que hay en la isla: la base científica y la militar aérea.

Como tenemos tiempo y ya todo lo tenemos preparado, nos acercamos a ver los elefantes marinos que hay en la otra punta de la isla. Para no arriesgarnos, no nos acercamos a la base china. No vaya a ser que, después de todo el tiempo que llevamos esperando, nos quedemos en tierra.



Elefantes hembra


Volvemos, volvemos... ya volvemos.

En el aeropuerto, aduana, ATA,... y más de 3 horas esperando. Pero bueno, ya estamos en tierra y de vuelta para España.

Es muy tarde y estamos reventados. Cena rápida y a la cama, que mañana nos tenemos que levantar muy muy temprano para coger el avión de vuelta: Punta Arenas - Santiago de Chile - Madrid.

Esto ya da a su fin.

Conclusión: una experiencia inolvidable.

jueves, 28 de enero de 2010

Día 20: Un halo de esperanza

Son las 13 horas. Acaban de anunciar por megafonía: "se han cancelado todos los vuelos para hoy". Parece ser que pasamos a ser prioridad 1 en los vuelos, pero la meteorología apunta que será malo. O sea, que no podrán volar.

En otras palabras, nos quedamos otro día más... desesperante.

Cambio de planes: a eso de las 15:00 horas, el segundo comandante nos dice que quién quiere desembarcar. Parece ser que van a subir a unos cuantos desde la base chilena Frei, y como no tienen más suelo ya para tirar más mantas y sacos, que a unos cuantos nos pueden mandar para tierra. Supongo que será algo así como un trueque con la base, puesto que los que embarcan creo que son chilenos.

Yo me apunto voluntario. Total, para estar mal-durmiendo en el suelo o en un sofá, le doy una oportunidad a la base. Con un poco de suerte me toca cama y todo... Parece ser que en la base no hay internet, lo que no le gusta a mucha gente.

Qué más da! ...por lo menos hay cobertura de móvil.

Víctor decide que nosotros 5 desembarcamos. También se bajan los 9 búlgaros, Fede (el encargado de embarcaciones de la UTC Juan Carlos I) y Andrés (el brigada de la Gabriel de Castilla).

Cargamos todos nuestros bultos en la zodiac y desembarcamos primero Víctor y yo.

Justo tras desembarcar todos nuestros bultos, la zodiac tiene problemas con el motor. Se tiran casi 45 minutos tratando de arrancarlo.

En este tiempo, nos dicen unos militares de la Fuerza Aérea Chilena que cómo que no nos vamos en el avión de DAP que sale en menos de 1 hora. Se nos ponen los ojos como platos.

Le digo a Víctor que llame a Mario Manrique en Ushuaia, para ver qué podemos hacer y si podemos aprovechar la oportunidad. Éste nos dice que no tiene ni idea de la existencia de este avión, y que tratará de averiguar lo que pueda.

Después de unas cuantas llamadas de Víctor y un poco de desconcierto, nos dicen que, como favor personal a Mario, nos permiten 5 plazas en ese avión!! Eso ocurre justo cuando llega el siguiente grupo desde el barco.

Corriendo, nos llevan hacia el aeropuerto mientras tratamos de decidir quienes se van (ya habíamos descartado a los búlgaros :-) ... es que son 9 y seguro que no quieren dividir el grupo). Decidimos que Fede sea 1 de ellos puesto que su avión sale mañana (va a tener suerte). Nos quedan, por tanto, 4 plazas para 6 personas. Decidimos que se queden 2 personas de nuestro grupo para que, en el peor de los casos, no le toque a uno solo volver a España solo (en el caso en que el avión no salga mañana y no pueda coger el vuelo para España).

Por hacerlo breve, finalmente nos quedamos Víctor y yo en Frei, mientras los demás se van en el avión.

Avión de DAP despegando


Tratamos por todos los medios de poder irnos los 7, pero no pudo ser. Como dije, se trataba de un favor personal a Mario, y éste no quiso apretar más las tuercas (5 o ninguno, parece ser que le dijeron).

Así que, después de ayudar a cargar el material en el avión, tomamos posesión de la habitación (que volvemos a compartir, por cierto) y nos vamos a cenar.

Por cierto, nada que ver con cómo se comía en Gabriel de Castilla.

El comedor está como a 1.5 km de donde está el "hotel". Como hace "un poquillo de frío", nos llevan en un camión junto a un grupo de trabajadores californianos que están implantando un sistema de asistencia al aterrizaje en el aeropuerto.

Ya nos hemos estado enterando de cómo va aquí el tema de internet, cuales son las reglas de la base...

Aquí, en la misma isla, están también la base china y rusa. A ver si mañana nos acercamos a verlas un ratillo.

Antes de irse, el capitán del avión nos informó de que mañana haría mal tiempo por la mañana, pero que alrededor de medio día cambiaría a bueno. De hecho, nos dijo que tenía ya planeado un vuelo para después de las 12 horas. A ver si es verdad, y si podemos cogerlo.

En paralelo, tenemos que buscar alguna alternativa para Víctor y para mi, en caso de no poder coger el vuelo de vuelta a España.

En fin, a ver qué pasa mañana. Seguiremos informando.

miércoles, 27 de enero de 2010

Día 19: Más barco

Hoy todo el día en el barco.

En teoría, el avión nos tendría que haber recogido a las 12 de la mañana, pero parece ser que los turistas tienen más prioridad que nosotros. Además, comentaban que había una turista que debía ser evacuada por no sé qué razón y... en fin, que todavía estamos aquí, embarcados y fondeados frente a la isla del Rey Jorge.

No nos dejan salir a cubierta, no nos dejan movernos libremente por el barco, no nos dejan desembarcar... vamos, todo lo contrario que en el Las Palmas. Bismark dice que aquí la tripulación se esfuerza por ser desagradable. Es preciso decir también que no todos son así, aunque sí es cierto que hay muchos. Bueno, a ver si nos vamos pronto.

La única distracción son los icebergs que, de vez en cuando, deambulan por las inmediaciones del barco.

Estamos aburridos a más no poder y cansados de estar aquí ya.

Aquí sí hay correo externo las 24 horas, pero sólo hay 1 ordenador para todos. Os podéis imaginar las colas monumentales que se forman. Igualmente, hay teléfono sin limitaciones pero ya os podéis imaginar también.

Trato de aprovechar el tiempo trabajando en lo mucho que tengo atrasado después de todo este periplo. Entre otras cosas, porque como no ocupes la cabeza aquí haciendo algo, te subes por las paredes...

Últimas noticias de hace 1 minuto: el segundo comandante acaba de informar a unos que estaban aquí al lado de que a las 10 de la mañana nos dicen si el avión sale o no. A cruzar los dedos. Dios, qué ganas de volver ya!!

martes, 26 de enero de 2010

Día 18: Nos vamos

Bien tempranito por la mañana, sin demorarnos mucho, Olga, Víctor y yo nos vamos para arriba para empezar a recoger y ordenar los bultos que luego tenemos que bajar de la montaña. El resto se quedan en el laboratorio recogiendo éste. Vaya nevada que está cayendo!!!!

Al rato llegan Pepe, Miguel Ángel, Susana, Raúl, José Ignacio y Manolo para ayudarnos a bajar los bultos hasta un punto donde la moto de cadenas puede llegar. De no ser por ellos, todavía estamos allí. En unas 2 horas y media habíamos bajado todo el material, aunque terminamos casi muertos... menos mal que era para abajo!!

Lógicamente, tenemos que hacer las maletas a la carrera puesto que el barco ya está fondeado frente a nosotros. La hora prevista para embarcar es a las 18:00 horas y quedan muchas cosas por hacer.

Aprovecho que Manolo estaba por el módulo médico para que me mire la rodilla derecha. Después de tanto tiempo de rodillas y esforzándola tanto, la tengo un poco hinchada. Me hace una ecografía (las cosas que se hacen en la Antártida!!) y me dice que tengo una ligera periostitis. Sólo reposo y un antiinflamatorio.

Después de comer, colocamos el cartel del CAB con la distancia en km en el mástil y arriamos las banderas de los países de las personas que dejaban la base. Ah! también hicimos las fotos individuales para luego hacer la "orla" con toda la gente que ha estado en esta campaña.







Bueno, ya todo recogido y listo. Nos ponemos los vikings (los trajes rojos) para montarnos en la zodiac que nos llevará al Hespérides. Da la casualidad de que, cuando empiezan los barqueos, la mar empieza a ponerse movidita... más de un ordenador y maleta se va a mojar, ya verás.

Nos despedimos de la gente que se queda en la base y, después de unos cuantos saltos en la zodiac, llegamos al Hespérides. Es bastante más grande que el Las Palmas, aunque hay bastante más gente.

Olga y Mario


Al llegar, recogemos las maletas (algunas mojadas) y nos asignan un camarote de 2 camas en el que hay 2 ó 3 personas más. O sea, que cojamos un saco de dormir y que durmamos en el suelo del camarote, o en el sofá, o donde podamos. En teoría, desembarcamos a la mañana siguiente para coger el avión (si todo va bien y el tiempo lo permite, claro).

Se me han mojado algunos papeles que tenía en la mochila, pero el ordenador está sano y salvo. Y eso que las maletas iban protegidas dentro de bolsas grandes de basura!! La mar estaba muy "movidita".

En fin, comienza el camino de vuelta. A ver cuánto tardamos en llegar a Punta Arenas. En teoría, pasamos por la base Juan Carlos I para recoger a alguno más y llegamos a Frei (donde está aeropuerto) a las 9 o así de la mañana. Nada más salir de los Fuelles de Neptuno, el barco empieza a moverse. A cenar algo ligero y coger sitio en el sofá ;-)

Blanca "de Reus"


Espero que esto no dure mucho y pronto podamos dormir en una cama


A ver si cogemos el vuelo o no.

lunes, 25 de enero de 2010

Día 17: Por fin vemos algo de la isla además de "SOLID planitia"

Hemos estado arriba Andrés, Miguel Ángel, Olga y yo, tratando de sacar algo más, sacar el destornillador y el resto de cosas que estaban clavadas (broca del primer agujero y varilla), y recoger un poco.

Al seguir perforando, el destornillador ha quedado totalmente destrozado. Los trocitos rojos del mango de éste han empezado a salir a la superficie.

Nos venimos a la hora de comer con casi todo logrado. Aunque no hemos conseguido más muestras nuevas (hemos llegado a 4.16 metros), hemos sacado el destornillador y también la varilla con ayuda de la Hilti. En cuanto a la broca, sólo la mitad. Hemos perdido un segmento y una corona.

Mientras tanto, el resto habían ido a Cerro Caliente para tomar muestras.

Después de comer, Olga y yo nos hemos ido con José Luis (el veterinario) y con José Ignacio a recoger a Mario y William. Estaban trabajando en la otra parte de la isla y hemos ido a buscarlo en zodiac.

Ha estado bien la excursión. A la vuelta nos hemos ido recorriendo toda la costa interior de la isla... impresionantes vistas.

Después, se organizó una excursión a la pingüinera y, después de hablarlo mucho, nos apuntamos todos, junto a alguna gente más.

Hemos estado caminando 1.5 horas hasta llegar allí, pero ha merecido la pena. Algunas montañas han sido durillas de subir, pero de verdad que han merecido la pena. Empezó a nevar cuando veníamos de vuelta.











En definitiva, hemos estado unas 3 horas, pero es que no habíamos visto nada en todo el tiempo que llevamos aquí.

Mañana nos vamos ya. Estoy cansado, pero contento porque hemos logrado casi todos los objetivos que nos habíamos marcado. Desafortunadamente, no he podido usar el MsBHIS (mi instrumento) por falta de tiempo.

Después de cenar (en la que, por cierto, he estado escanciando sidra ;-) ) hemos tenido que dar una charla breve contando lo que hemos venido a hacer aquí. He hablado unos minutos, mostrando las misiones en las que participamos, el contexto tecnológico del proyecto, ...

Qué estilo!! y con 2 vasos!!!


Olga en su intervención


Tras la charla, nos hacen entrega de un "diploma" a cada uno de los que nos vamos con un apelativo cariñoso ;-)

Mañana quedan muchas cosas por hacer: recoger todo, traerlo a la base, hacer la maleta, ... Parece que el barco estará aquí a las 18:00 horas (hora de aquí).

Para terminar, un chapuzón en las aguas gélidas de la Antártida... Dios, qué frío!!!!!!

domingo, 24 de enero de 2010

Día 16: El día del destornillador

Para variar, nos hemos tirado todo el día allí arriba. No ha hecho mal día del todo. Un poco de viento huracanado y poco más ;-)

Ahora que ya empezamos a pillarle la técnica y la maña a la perforación, ya nos tenemos que volver. Esa maña hace que no necesitemos tanta fuerza bruta para sacar las brocas de 100 mm de diámetro y llenas hasta las cejas de piroclastos congelados.

Lo peor es para vaciar cada segmento de medio metro!! Al estar todo congelado, hay que sacar el material a golpes, o con la hilti, o ... es lo que más tiempo nos lleva, sin dudas.

Poco a poco seguimos avanzando, aunque la geofísica nos plantea muchos problemas. Los piroclastos no hacen buen contacto y tenemos que echarle agua de mar y sal para empiece a funcionar. Cada día nos llevamos una garrafa de 25 litros montaña arriba, por la mañana y por la tarde.

Después de comer nos vamos Olga y yo nos vamos un poco antes. Miguel Ángel va un poco más tarde.

Desafortunadamente, cuando estábamos sacando la broca se cayó al agujero un destornillador que tenía William :-( Pepe se acerca a la base a coger un dedo magnético para intentar sacarlo. Desgraciadamente, cuando vuelve con él, el destornillador ha quedado 'sepultado' por el lodo en suspensión que se va decantando poco a poco. No lo podemos sacar.

Nos volvemos a la base buscando alguna solución que implementar mañana por la mañana. Creo que la única opción es seguir taladrando y esperar que se introduzca en la broca.

Víctor ha estado todo el día de maría. Se ha pegado una 'jartá' de fregar que pa qué!! A la hora de la comida también he estado ayudando un poco. Me auto-contraté como pinche de cocina de Almudena, una de las cocineras. Echamos un rato agradable mientras preparábamos los platos.

Los días van haciendo mella. Estamos muy cansados.

BAE Gabriel de Castilla

Voy a describir cómo es la base por dentro, para que podáis ver las instalaciones que tenemos.

La BAE Gabriel de Castilla son un conjunto de módulos y contenedores dispersos por la playa.

BAE Gabriel de Castilla desde el buque Las Palmas


El gran módulo verde es lo que se denomina "Módulo de Vida", y es donde están las habitaciones-baños (en la parte de la derecha) y el salón-cocina-comedor-sala de transmisiones (parte de la izquierda).

La parte que une estas 2 alas derecha e izquierda es lo que se denomina "fresquera", y es donde nos quitamos y dejamos las botas, para no meter el piroclasto que llevan pegadas éstas hacia las zonas "limpias".

Módulo de vida rodeado por los otros módulos


El interior:





Salón comedor


Cocina, con Pepe y Susana


"Fresquera" (también se dejan aquí las latas de bebidas)


Pasillo distribuidor de las habitaciones


Interior de las habitaciones, con 4 camas en 2 literas (yo duermo arriba y Víctor abajo)


Baño (las duchas están a la izquierda en la foto)


De derecha a izquierda, algunos de estos módulos rojos que se ven en la primera foto son:

- Laboratorio húmedo, donde unos investigadores tienen sus experimentos.
- Contenedor donde están los vikings (trajes rojos con los que nos subimos a las zodiacs).
- Módulo científico, donde el resto de investigadores tenemos improvisados nuestros laboratorios. Es un poco caótico este módulo.
- Taller.
- Mercadona, donde están los frigoríficos y congeladores con los alimentos.
- "El chino", donde se encuentra casi todo lo que hay en un chino.
- Incineradora.
- Grandes depósitos de combustible.

La base también cuenta con un par de motos de cadenas, unos tractorcillos para cargar material y una grúa-carretilla elevadora, aparte de las 3 zodiacs.

sábado, 23 de enero de 2010

Día 15: Cal y arena al canto

Hoy sábado ha sido un día un poco agridulce:

- Por la mañana, éxito: perforamos hasta 3 metros recuperando buenos testigos de hielo. Nos bajamos contentos. Nos ayudaron Pepe (el jefe de la base, comandante del Estado Mayor) y Miguel Ángel (también comandante).

- Por la tarde, frustración: llegamos hasta 3.5 metros pero no pudimos recuperar testigos. La broca se queda inundada de agua y pesa mucho. Es preciso desmontarla a trozos para poder sacarla y esa manipulación hizo que se cayeran los testigos.

- Además, intentamos sacar lo que se quedó enterrada con ayuda de una Hilti, sin ningún éxito. También nos ayudan Pepe y Miguel Ángel.

Nos volvemos cansadísimos y derrotados mentalmente. Pero bueno, mañana seguro que tendremos éxito.

Nos han dicho que el barco se retrasa un día. No sé exactamente cuándo llegará, pero se dice que el martes por la tarde. Eso nos deja un día más de trabajo.

Además, este hecho tiene otra implicación más: como vamos a estar 1 día más, eso ya nos mete en la lista de personas que hacen marías ;-) Uno de nosotros tiene que hacer de maría uno de estos días. Víctor se ha ofrecido voluntario para hacerlo mañana.

Hoy sábado, siguiendo la costumbre de la base, disponemos de 30 minutos de conexión a internet para conectarnos a otros correos externos, ... Yo los he utilizado para subir algunos días al blog.

Después de la cena se ha hecho el tradicional karaoke de los sábados. También hay ratos para pasarlo bien, claro.

Por cierto, ya he cumplido uno de los objetivos que me marqué al venir: tomarme un whisky añejo pero añejo de verdad. Le he puesto hielo de un iceberg que llegó el otro día por aquí... o sea, una edad de más de 2000 años. Eso sí que es un whisky viejo, eh?

Mañana más.

viernes, 22 de enero de 2010

Día 14: A quién se le ocurriría hacer el agujero aquí arriba...? 8-)

Hoy, para variar, también ha sido un día duro de trabajo.

Aunque las condiciones climáticas no eran las más deseables, Olga y yo nos hemos ido tras el desayuno para arriba, con la intención de solucionar definitivamente el tema de la geofísica, que no termina de funcionar. Estaba nevando bastante y hacía bastante frío, además de mucho viento (no como ayer, claro, pero bastante).



Cuando llegamos arriba, todo el material que tenemos arriba estaba enterrado en nieve.



Otra de las cosas que íbamos a hacer era intentar sacar la broca que se nos había quedado, pero estaba un poco... impracticable el negocio.



Nos tiramos allí toda la mañana y finalmente nada de nada. Cambiamos las líneas para todos los lados. Haciendo todo tipo de pruebas, ... y nada. Al final nos vinimos para abajo con la idea de que la clave estaba en regar con un poco de agua de mar cada electrodo.

Comimos y nos fuimos nuevamente para arriba. Por cierto, he dicho ya que se come fantásticamente bien aquí?

El tiempo estaba mejor, afortunadamente.

Vinieron con nosotros Andrés y Manolo, el médico, para echarnos una mano. Geniales, son geniales.

Con su ayuda tuvimos más suerte. Nos llevamos también 20 litros de agua de mar y, como esperábamos, funcionó. La pena, que se quedó el cacharro sin memoria y no pudimos grabar muchas medidas :-(

En paralelo, iniciamos otro agujero en las inmediaciones de donde habíamos estado al principio.

Con más tranquilidad, tacto y parsimonia, hemos logrado llegar a más de 1 metro y recuperado casi todos las muestras.

Por fin un poco de luz al final del túnel!!! Nos bajamos un poco más contentos justo cuando empezaba a nevar nuevamente.

Estamos reventados. Otro día menos.

jueves, 21 de enero de 2010

Día 13: No todo iba a ser solecito y tiempo primaveral, no?

Tormenta. Subimos por la mañana y nos tenemos que bajar. Nos quedamos en la base.

Esta mañana nos volvemos a levantar a la hora de costumbre: 9 de la mañana. Hoy nos hemos propuesto no demorarnos mucho en el desayuno para estar arriba lo antes posible y aprovechar el tiempo lo máximo posible.

No obstante, hoy ha amanecido con una importante tormenta de nieve y viento. Veremos qué podemos hacer.

Víctor está hoy un poco cansado y se va a quedar en el laboratorio con Yolanda. Olga, Miriam y yo nos vamos para arriba para tratar de sacar la broca que está enterrada y hacer geofísica (si el cacharro decide funcionar).

A medida que vamos ascendiendo vemos que no va a ser fácil ni siquiera llegar arriba. Hace mucho viento y los copos de nieve golpean la cara como si fuera granizo. Menos mal que el mono de frío que tenemos es bueno!!



Estamos arriba como 2 horas y media, pero podemos conseguir poco: hoy con el frío que hace, el agua que emana del agujero está congelada casi permanentemente. Además, el suelo está más congelado que ayer. El pico y la pala que utilizamos para tratar de sacar la broca son inútiles. Es imposible. Además, el aparato de geofísica no termina de funcionar. Las condiciones son muy adversas para probar cosas nuevas.

El tiempo sigue empeorando. El viento es de unos 50 km/h. Hace mucho frío y no estamos consiguiendo nada. Decidimos bajar antes de que sea peor la cosa.





En la base podremos avanzar en otros temas: poner a punto SOLID, arreglar definitivamente el aparato de geofísica, buscar algún método para vaciar el agujero, ...

Nada más llegar, nos tuvimos que tomar algo calentito para recuperar la temperatura corporal. Menos mal que los monos son buenos!!

A lo largo de lo que queda de día trabajamos en las distintas instalaciones de la base: módulo científico, donde trabajamos con SOLID y geoquímica, y "pingüinera", donde los biólogos han improvisado un pseudolaboratorio. La pingüinera es un iglú grande donde, en su día, tenían el material los que trabajan con los pingüinos.



En resumen, hoy hemos estado trabajando en la base dado que la tormenta no nos ha dejado subir a la perforación. A ver si mañana el tiempo mejora. Hemos aprovechado el tiempo haciendo el análisis de las muestras recogidas hasta ahora, poniendo a punto SOLID y solucionando algunos problemillas que tenía, preparando un sistema para aspirar el agua del agujero, y arreglando el sistema de geofísica.

Ha sido un día menos movido que ayer, pero estamos igualmente cansados. Echamos más horas que el sol de aquí (por cierto, sólo oscurece mínimamente 3 horas -no llega a hacerse de noche por completo-).

Cuando eran las 0:00 horas, se apagaron las luces y entró una pequeña tartita con unas velas para celebrar el 42 cumpleaños de Pepe, el jefe de la base -por cierto, maría de hoy-.




Le han regalado un quad hecho con tuercas y tornillos soldados.

Mañana será otro día. Esperemos que haga mejor tiempo.

miércoles, 20 de enero de 2010

Día 12: Empezamos a perforar... ya teníamos ganas

Como ayer fue un día un poco largo para todos los de la base, hoy la diana tocó 1 hora más tarde.

Desayunamos y nos vamos para arriba para seguir porteando material. Afortunadamente, nos han echado una mano algunos militares para llevar el material hasta el lugar de la perforación. Esta gente son realmente excepcional. Hasta el comandante, jefe de la base, ayuda a portear material!!!

Vistas desde el lugar de la perforación


Además, he estado arreglando el equipo de geofísica de Olga, que se jodió en el transporte. Nada importante; abrirlo y reparar algunas cosas internas.

A medio día, más o menos, ya habíamos llevado todo el material al sitio de perforación e incluso habíamos hecho un primer pequeño agujerillo de unos 50 cm. Sacamos permafrost (suelo congelado).

Después de una impresionante comida (las cocineras de aquí cocinan de muerte, lo había dicho ya?) nos dieron una pequeña charla sobre las medidas medioambientales que tenemos que seguir (uso de la gasolina en el campo, líquidos de los laboratorios, ...) y nos fuimos nuevamente para arriba.

Seguimos perforando y haciendo geofísica, pero, en balance global, no nos ha ido muy bien. La geofísica no termina de funcionar porque el cacharro dice que no tiene conductividad entre un par de electrodos. Mañana lo abriré de nuevo; este fallo es diferente de lo que arreglé antes. No parece que sea del cacharro, sino de la conductividad del suelo (son piroclastos muy porosos).

La perforación tampoco ha sido todo lo buena que hubiésemos deseado: el hielo del suelo se descongela rápidamente y el agujero está constantemente encharcado. Eso hace que se arrastre mucho lodo y se desmorone parcialmente el agujero y esté de barro hasta las cejas. Avanzamos muy muy lentamente. Al final del día hemos logrado 1.5 metros sólamente. Además, al sacar los últimos segmentos cuando ya nos veníamos, se ha congelado el suelo y no hemos podido sacar dos trozos de tubos. Aproximadamente 1 metro se ha quedado "enterrado". Mañana trataremos de sacarlo e improvisar alguna solución para evitar que nos vuelva a ocurrir.

Nos hemos vuelto a la base y, por cierto, llegado tarde para cenar. Nos habían guardado la cena. Es que son buena la gente ésta!! (no tienen obligación de guardártela. Según las normas de la base, hay que estár aquí para cenar).

Los animalillos que por aquí se ven (en el poco tiempo que llevamos) son pingüinos (muchos), algunas focas o leones marinos y pájaros. A ver si algún día tenemos ocasión de visitar alguna parte de la isla donde haya más.







Estamos derrengados!

Mañana más.